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3 de enero de 2008

Enfermedades cutáneas superficiales


La capa superior de la piel, llamada estrato córneo o de queratina, está compuesta por varias capas de células muertas planas y actúa como una barrera que protege el tejido subyacente de posibles lesiones e infecciones. Al disminuir la evaporación, los aceites de esta capa cutánea ayudan a mantener la humedad en las capas más profundas, manteniendo la textura de la piel blanda y flexible.

El estrato córneo es sólo una parte de la epidermis, una fina capa de piel que recubre casi la totalidad del cuerpo. En algunas zonas, como en las palmas de las manos y en las plantas de lo pies, la epidermis es gruesa y el estrato córneo le brinda una protección extra contra los impactos y las abrasiones. La epidermis también puede ser gruesa y dura en las zonas excesivamente secas.

Las enfermedades de las capas superficiales de la piel interesan al estrato córneo y las capas más profundas de la epidermis y pueden causar desde un malestar temporal hasta graves alteraciones crónicas.

Piel seca

La piel seca es muy frecuente, en especial en las personas de edad avanzada. Las causas habituales son el clima frío y los baños frecuentes. El baño elimina los aceites superficiales y entonces la piel tiende a secarse. La piel seca puede irritarse y suele provocar picor (en ocasiones se desprenden pequeñas escamas y se forman escaras). Las escamas suelen afectar a la parte inferior de las piernas.

A veces la piel extremadamente seca (ictiosis) deriva de una enfermedad escamosa hereditaria, como la ictiosis simple o la hiperqueratosis epidermolítica. Una persona con ictiosis simple presenta escamas finas pero no ampollas. Los pacientes con hiperqueratosis epidermolítica tienen escamas gruesas similares a verrugas y ampollas dolorosas que desprenden un olor desagradable. La ictiosis también es consecuencia de trastornos no congénitos, como lepra, hipotiroidismo, linfoma, SIDA y sarcoidosis.

Tratamiento

La clave para tratar la sequedad de la piel es mantenerla húmeda. Bañarse menos veces permite que los aceites protectores permanezcan más tiempo sobre la piel. Los ungüentos o las cremas como la gelatina de petróleo (vaselina), el aceite mineral, o los humectantes sin aroma también pueden retener la humedad de la piel. Los jabones y detergentes fuertes, así como los perfumes de ciertos humectantes, irritan la piel y pueden secarla aún más. Frotarse o rascarse la piel seca puede provocar una infección con posterior desarrollo de cicatrices.

Cuando las escamas constituyen un problema, existen soluciones o cremas con ácido salicílico que pueden eliminarlas. En los adultos, el médico puede recomendar envolver la piel con un vendaje oclusivo hecho de una película de plástico o celofán después de aplicar estos tratamientos. Por lo que respecta a los niños, se debe prescindir del uso de estos vendajes.

En algunas formas graves de ictiosis, las cremas que contienen vitamina A (tretinoína) son muy eficaces. Los compuestos derivados de la vitamina A ayudan a que la piel elimine el exceso de escamas. El etretinato, un fármaco similar a la vitamina A, se usa para ciertas formas de ictiosis. En los casos de hiperqueratosis epidermolítica, pueden utilizarse antibióticos y un fuerte jabón desinfectante como la clorhexidina.

Queratosis pilosa

La queratosis pilosa es una enfermedad frecuente en la que las células muertas se desprenden de la capa superior de la piel y forman tapones que obstruyen los orificios de los folículos pilosos.

Los tapones provocan la aparición de pequeñas pápulas puntiagudas, que suelen localizarse en la parte superior de los brazos, en los muslos y en las nalgas. La cara también puede resultar afectada, especialmente en los niños. Las personas afectadas de queratosis pilosa suelen padecer estas erupciones en los meses fríos y las pápulas tienden a desaparecer por sí solas en verano.

La causa es desconocida, si bien la queratosis pilosa suele afectar a familias enteras, así que es probable que la herencia tenga un papel importante. Por lo general, las pápulas sólo producen problemas estéticos.

Tratamiento

La queratosis pilosa tiende a desaparecer por sí sola. La gelatina de petróleo mezclada tanto con agua como con crema fría o ácido salicílico puede ayudar a aplanar las prominencias. También pueden utilizarse preparaciones más fuertes de ácido salicílico o crema de tretinoína.

Callosidades y callos

Una callosidad es una zona de la parte superior de la piel, el estrato córneo o capa de queratina, que se torna anormalmente gruesa y forma una almohadilla protectora en respuesta a una fricción repetida.

Las callosidades pueden formarse en cualquier parte del cuerpo, pero por lo general aparecen sobre una zona ósea de las manos, de los pies y de los codos o bien en otras áreas que se rozan repetidamente, como el mentón en los violinistas.

Un callo tiene el tamaño de un guisante y es una porción gruesa de queratina que se forma en los pies.

Los callos más duros aparecen sobre las articulaciones de los dedos de los pies. Los formados entre los dedos de los pies suelen ser más blandos. A diferencia de la mayoría de las callosidades, los callos pueden causar dolor porque el engrosamiento de la piel hace presión sobre el hueso que se encuentra debajo.

Diagnóstico

Por lo general, las callosidades y los callos son fáciles de reconocer. En algunos casos, los callos se confunden con verrugas plantares, que también contienen una espesa capa de queratina. Sin embargo, las verrugas son muy sensibles cuando se las comprime desde los lados, mientras que los callos son más sensibles a la presión directa contra el hueso.

Tratamiento

Los callos y las callosidades son más fáciles de prevenir que de tratar. Las callosidades pueden evitarse eliminando la fuente de irritación o, si ello no es posible, utilizando un guante, una almohadilla, o cualquier otro elemento protector. La mayoría de las farmacias venden parches almohadillados y anillos protectores de diversas formas para este propósito. Los callos suelen producirse a causa de calzado incómodo y pueden desaparecer si se usa un calzado apropiado. Para eliminar los callos más rápidamente es posible usar un medicamento que disuelva la queratina. Estos fármacos (denominados agentes queratolíticos) suelen contener ácido salicílico. Pueden aplicarse como un emplaste que seca por contacto, pero otra posibilidad es colocar sobre la zona un parche almohadillado que contenga la medicación. Sin embargo, si los agentes queratolíticos no se aplican con cuidado, el ácido puede dañar el tejido normal adyacente. Los callos y las callosidades también pueden reducirse con una piedra pómez tras el baño, o bien se recurre a un médico o a una enfermera para que los raspe con un escalpelo.

En una persona diabética con circulación escasa, los callos y las callosidades pueden curarse lentamente, sobre todo si se han formado en los pies. Los médicos recomiendan que las personas diabéticas tengan especial cuidado de sus pies.

Psoriasis

La psoriasis es una enfermedad crónica y recurrente que se reconoce por sus florescencias escamosas plateadas y placas de diversos tamaños (pápulas abultadas).

La descamación se produce por un crecimiento y una producción anormalmente elevada de las células cutáneas. Se desconoce la causa de este acelerado crecimiento celular, pero se cree que los mecanismos inmunes tienen un papel importante. Esta enfermedad suele afectar a varios miembros de una misma familia. La psoriasis es frecuente y afecta del 2 al 4 por ciento de la población blanca; las personas de etnia negra son menos afectadas. La psoriasis a menudo se inicia en individuos de entre 10 y 40 años, pero puede aparecer a cualquier edad.

Síntomas

La psoriasis suele comenzar como una o más pequeñas placas que se tornan muy escamosas. Es posible que se formen pequeñas protuberancias alrededor del área afectada. A pesar de que las primeras placas pueden desaparecer por sí solas, enseguida pueden formarse otras. Algunas placas pueden tener siempre el tamaño de la uña del dedo meñique, pero otras pueden extenderse hasta cubrir grandes superficies del cuerpo, adoptando una forma de anillo o espiral.

Psoriasis
Diferentes localizaciones de las placas.

La psoriasis suele afectar al cuero cabelludo, los codos, las rodillas, la espalda y las nalgas. La descamación puede ser confundida con caspa grave, pero las placas características de la psoriasis, que mezclan áreas escamosas con otras completamente normales, la distinguen de la caspa. La psoriasis también puede aparecer alrededor y debajo de las uñas, que aumentan de grosor y se deforman. Las cejas, las axilas, el ombligo y las ingles también pueden resultar afectados.

Por lo general, la psoriasis sólo produce descamación. Ni siquiera es frecuente el picor. Cuando se curan las zonas cubiertas con escamas, la piel adopta una apariencia completamente normal y el crecimiento del pelo se restablece. La mayoría de las personas con psoriasis limitada tiene pocas molestias además de la descamación, a pesar de que el aspecto de su piel puede resultar desagradable.

Sin embargo, otras personas sufren psoriasis extensa (generalizada) o experimentan graves efectos a raíz de esta enfermedad. La artritis psoriásica produce síntomas muy similares a los de la artritis reumatoide. En muy raras ocasiones, la psoriasis cubre la totalidad del cuerpo y produce dermatitis psoriásica exfoliativa, en la que se inflama toda la piel. Esta forma de psoriasis es grave porque, al igual que una quemadura, evita que la piel cumpla la función de barrera protectora contra las lesiones y la infección. En otra forma poco frecuente de psoriasis, la psoriasis pustulosa, se forman granos grandes y pequeños llenos de pus (pústulas) en las palmas de las manos y las plantas de los pies. En algunas ocasiones estas pústulas se extienden por todo el cuerpo.

La psoriasis puede surgir sin motivo aparente, o bien derivar de una quemadura solar grave, una irritación de la piel, el uso de medicamentos antipalúdicos, el litio, los betabloqueadores (como el propranolol y el metoprolol), o incluso cualquier ungüento o crema. Las infecciones estreptocócicas (especialmente en los niños), las contusiones y los arañazos también pueden estimular la formación de nuevas placas.

Diagnóstico

Al inicio puede ser de diagnóstico incierto porque muchas otras enfermedades pueden cursar con placas y descamaciones similares. A medida que la psoriasis avanza, los médicos pueden reconocer fácilmente su patrón de descamación característico, por lo que, en general, no hace falta hacer pruebas diagnósticas. De todos modos, para confirmar el diagnóstico, el médico puede realizar una biopsia de piel (extrae una muestra de piel para su examen al microscopio).

Tratamiento

Cuando una persona sólo presenta unas pocas placas, la psoriasis responde rápidamente al tratamiento. Utilizar ungüentos y cremas lubricantes de la piel (emolientes) una o dos veces al día puede mantenerla hidratada. Los ungüentos que contienen corticosteroides son muy eficaces y su efecto puede ser aún mayor si tras aplicarlos se cubre la zona con celofán. Las cremas con vitamina D también son eficaces en muchos pacientes.

Los ungüentos y las cremas que contienen ácido salicílico o alquitrán de hulla también se usan para tratar la psoriasis. La mayoría de estos medicamentos se aplican dos veces al día sobre la zona afectada. En ciertos casos también se usan medicamentos más fuertes como la antralina, pero pueden irritar la piel además de manchar las sábanas y la ropa. Cuando el cuero cabelludo resulta afectado, suelen utilizarse champús que contengan estos principios activos.

La luz ultravioleta también puede ayudar a eliminar la psoriasis. De hecho, durante los meses de verano, las zonas de piel afectada que son expuestas al sol pueden curarse espontáneamente. Tomar sol suele contribuir a eliminar las placas en grandes superficies del cuerpo; la exposición a rayos ultravioleta bajo control médico también constituye otra terapia frecuente. Para los casos de psoriasis extensa, esta terapia con rayos puede acompañarse con psoralenos, fármacos que hacen que la piel sea mucho más sensible a los efectos de la luz ultravioleta. La combinación de psoralenos y luz ultravioleta (PUVA) suele ser eficaz y puede curar la piel durante varios meses. Sin embargo, el tratamiento con PUVA puede aumentar el riesgo de cáncer cutáneo debido a los rayos ultravioleta; en consecuencia, el tratamiento debe ser estrechamente supervisado por un médico.

En las formas graves de psoriasis y en la psoriasis diseminada, el médico puede administra metotrexato. Utilizado para tratar ciertas formas de cáncer, este fármaco interfiere en el crecimiento y la multiplicación de las células cutáneas. Los médicos utilizan metotrexato en las personas que no responden a otras formas de terapia. Puede ser eficaz en casos extremos, pero puede tener efectos adversos sobre la médula ósea, los riñones y el hígado. Otro medicamento efectivo, la ciclosporina, también presenta graves efectos colaterales.

Los dos medicamentos más eficaces para tratar la psoriasis pustulosa son el etretinato y la iso-tretinoína, que también se usan para tratar el acné grave.

Pitiriasis rosada

La pitiriasis rosada es una enfermedad leve que produce descamación, inflamación y una coloración rosada en la piel.

La pitiriasis rosada posiblemente esté causada por un agente infeccioso, a pesar de que hasta el momento no se ha identificado ninguno. Puede aparecer a cualquier edad, pero es más frecuente en los adultos jóvenes. Por lo general aparece durante la primavera y el otoño.

Síntomas

La pitiriasis rosada comienza como una zona de color rosado, rojo o ligeramente bronceado que los médicos llaman placa heráldica o placa madre. Esta zona redondeada u oval suele aparecer en el tronco. En un plazo de 5 a 10 días, aparecen muchas placas similares aunque de menor tamaño sobre otras partes del cuerpo. Estas placas secundarias son más frecuentes en el tronco, especialmente a lo largo de la columna y a ambos lados de la misma. La mayoría de las personas con psoriasis rosada apenas presenta síntomas y las erupciones no son particularmente pruriginosas. Sin embargo, en algunos casos se produce fatiga, cefalea y, ocasionalmente, un picor molesto.

Tratamiento

Por lo general la erupción desaparece en 4 a 5 semanas sin tratamiento, a pesar de que a veces dura 2 meses o más. La luz solar puede eliminar la pitiriasis rosada más rápidamente y aliviar el picor. Una crema que contenga mentol puede disminuir los picores. En muy raras ocasiones se prescriben corticosteroides de uso oral si el picor es intenso.

Liquen plano

El liquen plano, una enfermedad recurrente y pruriginosa, comienza como una erupción de pequeñas y discretas pápulas que luego se combinan hasta formar placas rugosas y descamativas (placas abultadas).

Alrededor de la mitad de las personas afectadas de liquen plano también tienen llagas en la boca. La causa del liquen plano es desconocida. Una erupción idéntica suele aparecer en las personas expuestas a fármacos que contengan oro, bismuto, arsénico, quinina, quinidina o quinacrina y a ciertas sustancias químicas utilizadas en el revelado de las fotografías en color. En consecuencia, el liquen plano puede ser la respuesta del organismo ante un compuesto químico externo u otro agente.

Síntomas

El primer episodio puede comenzar de improviso o gradualmente y persistir durante semanas o meses. Aunque el liquen plano suele desaparecer por sí solo, las placas a menudo reaparecen y los episodios pueden repetirse durante años. Las erupciones se acompañan casi siempre de picor, a veces intenso. Las pápulas suelen ser de color violeta y tener bordes angulares; iluminándolas de lado, emiten un brillo característico. Pueden formarse pápulas nuevas por un arañazo o si se produce una leve lesión cutánea. En ciertos casos la piel queda con una coloración oscura tras la cura de la erupción.

Por lo general, las lesiones se distribuyen de forma simétrica (más frecuentemente en la boca, sobre el tronco, en las superficies internas de las muñecas, en las piernas, en el glande y en la vagina). La cara casi nunca resulta afectada. En las piernas, las lesiones pueden ser especialmente extensas y descamativas. En otros casos ocasiona alopecia (caída del pelo) en placas en el cuero cabelludo.

Las úlceras que produce el liquen plano en la boca son particularmente molestas; por lo general son de color blanco azulado y pueden formarse siguiendo una línea. Con frecuencia las úlceras orales aparecen antes que las lesiones cutáneas y si bien no suelen causar dolor, si son profundas pueden ser dolorosas. Son frecuentes los ciclos de erupción seguidos de curación. Aunque esto ocurra muy raramente, las úlceras de larga duración pueden degenerar en cáncer de boca.

Diagnóstico

El diagnóstico puede ser difícil porque muchas enfermedades se asemejan al liquen plano. El dermatólogo suele reconocerlo por su aspecto y recurrencias características, pero puede ser necesario realizar una biopsia de piel (que consiste en tomar una muestra y examinarla al microscopio) para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento

Debe evitarse la utilización de fármacos o de sustancias químicas que puedan causar liquen plano. A las personas que padecen picor intenso se les puede prescribir un antihistamínico como la difenhidramina, la hidroxizina o la clorfeniramina, si bien pueden producir somnolencia. Se pueden utilizar corticosteroides inyectados directamente en la lesión, aplicados sobre la piel o administrados por vía oral, a veces junto a otros medicamentos, como la tretinoína. En los casos en que las úlceras de la boca sean muy dolorosas, es aconsejable usar, antes de las comidas, un enjuague bucal que contenga lidocaína para formar un manto contra el dolor.

El liquen plano puede desaparecer y volver a aparecer tras muchos años. Puede ser necesario realizar un tratamiento prolongado durante los brotes de la enfermedad; entre dos brotes sucesivos y el siguiente no es necesario ningún tratamiento.

Definiciones Médicas



Biología de la piel

Biología de la piel

La piel no es sólo una capa protectora. Es un sistema que regula la temperatura corporal, percibe los estímulos de dolor y placer, no permite que determinadas sustancias entren en el organismo y representa una barrera protectora frente a los efectos perjudiciales del sol. El color, la textura y los pliegues de la piel contribuyen a identificar a los individuos. Cualquier alteración en el funcionamiento o en la apariencia de la piel puede tener consecuencias importantes para la salud física y mental.

Cada estrato de la piel cumple con una tarea específica. La capa exterior, la epidermis, es más fina, en la mayor parte del cuerpo, que una película de plástico. La parte superior de la epidermis, el estrato córneo, contiene queratina, está formada por restos de células muertas y protege la piel de las sustancias nocivas. En la parte inferior de la epidermis se hallan los melanocitos, células que producen melanina (el pigmento oscuro de la piel).

Qué hay bajo la piel
Este corte transversal muestra las capas de la piel y las estructuras que se encuentran debajo de su superficie.

Debajo de la epidermis se localiza la dermis, que contiene receptores táctiles y del dolor, cuyas ramificaciones llegan hasta la superficie de la piel y a diversas, glándulas funcionales de la misma: las glándulas sudoríparas, que producen el sudor, las glándulas sebáceas, que producen sebo, y los folículos pilosos, que dan origen al pelo. También, en el interior de la dermis, se encuentran vasos sanguíneos que proporcionan nutrientes y calor a la piel, así como nervios que se ramifican entre las diferentes capas de la misma.

Por debajo de la dermis se encuentra un estrato de grasa que ayuda a aislar al cuerpo del calor y del frío.

En las diversas regiones del cuerpo varían el espesor y el color de la piel, así como el número de glándulas sudoríparas, glándulas sebáceas, folículos pilosos y nervios. La parte superior de la cabeza tiene gran cantidad de folículos pilosos, mientras que las palmas de las manos y las plantas de los pies carecen de ellos. Las capas de epidermis y queratina son más gruesas en las plantas de los pies y de las palmas de las manos. Las yemas de los dedos de las manos y de los pies están muy inervadas y son extremadamente sensibles al tacto.

La piel tiende a sufrir cambios a lo largo de la vida de una persona. La piel de un bebé tiene una capa más gruesa de grasa y una mucho más fina de queratina protectora. A medida que las personas envejecen pierden la grasa del estrato subcutáneo, la dermis y la epidermis se vuelven más delgadas, las fibras elásticas de la dermis se fragmentan y la piel tiende a arrugarse. La irrigación sanguínea de la piel también disminuye con la edad, por lo que las lesiones cutáneas curan más lentamente en las personas mayores. Las pieles más envejecidas producen menos sebo protector y por ello la piel se seca con mayor facilidad.

Diagnóstico de las enfermedades de la piel

Los médicos pueden identificar muchas enfermedades de la piel a través de una simple exploración visual. Las características reveladoras incluyen tamaño, forma, color y localización de la anomalía, además de la presencia o ausencia de otros signos o síntomas. Algunas veces el médico debe extraer una pequeña porción de piel para examinarla al microscopio; este método se denomina biopsia. Para esta simple operación, el médico, por lo general, insensibiliza una pequeña zona de piel con una anestesia local y, utilizando un bisturí (escalpelo) o un sacabocados circular (punzón para biopsias), extrae una porción de piel de aproximadamente tres milímetros de diámetro. A menudo el médico cierra el corte con un punto y detiene la hemorragia.

Cuando los médicos sospechan que la piel pueda estar infectada, efectúan un raspado del material y lo envían a un laboratorio, donde se siembra la muestra en un medio de cultivo. Si la muestra contiene bacterias, hongos o virus, éstos crecen en el cultivo, pudiendo así ser identificados.

Otros análisis de laboratorio pueden también servir a los médicos en el diagnóstico de las infecciones de la piel. En un examen con luz de Wood, una frecuencia de luz ultravioleta (negra), se hacen visibles algunos hongos, así como ciertas anomalías de la pigmentación. El análisis de Tzanck ayuda a diagnosticar infecciones víricas de la piel tales como el herpes. Con un pequeño escalpelo, el médico raspa la superficie de la piel inflamada y la examina al microscopio. Si se evidencia un agrandamiento o una agrupación de las células, ello puede indicar una infección vírica. La muestra de piel también puede ser enviada a un laboratorio para realizar un cultivo para virus.

Muchos de los problemas que se presentan en la piel quedan limitados a la misma. Sin embargo, en algunos casos, la piel indica una alteración de cualquier parte del cuerpo. Por ejemplo, las personas que tienen lupus eritematoso sistémico presentan una erupción rojiza inusual en sus mejillas, generalmente tras una exposición al sol. En consecuencia, los médicos deben considerar varias causas posibles cuando evalúan los problemas de la piel. Examinar la superficie de la piel en su totalidad y buscar determinados tipos de erupción puede ayudarlos a identificar cualquier enfermedad. Para examinar la distribución de un problema cutáneo, el médico puede pedir al paciente que se desvista completamente, aunque el paciente sólo note anomalías en una pequeña zona de la piel. Los médicos también pueden solicitar análisis de sangre u otras pruebas de laboratorio aunque la persona aparentemente tenga un problema que se limite sólo a la piel.